jueves, 19 de marzo de 2009

Se va la segunda!

Corrí lo más fuerte que pude, escapándome. De fondo la escuchaba claramente llamarme a los gritos, ni siquiera el caos de la Av. Rivadavia a las ocho de la noche podían callarla.

Le había dicho todo, todo lo que sentía, lo que pensaba. “No me parece que esto nos haga bien”, “Hace rato que sabemos que esto no va ni para atrás ni para adelante”, “No siento lo mismo de antes”, “En este tiempo que nos dimos no te extrañé”, “Ya no te amo”, hasta le dije lo peor que se le puede decir a una señorita: “Salgo con otra” ademas de una sarta de cosas que harían llorar al mismísimo Hitler, pero no a ella. Me quería “retener” (palabras de ella) de la misma forma en la que había entrado en mi habitación la noche de los dos tequilas.

Ya no sabía que mas decirle, estaba decidido a cortar la relación y ella no lo entendía. Nos habíamos dado “un tiempo” de un mes que ya se cumplía y no quería seguir con ella, dos años mediopelo es tiempo mas que suficiente para darse cuanta si las cosas caminan o no.

Llegué a la residencia y ni bien abrí la puerta sonó el teléfono. A esta altura se estaba transformando en una “maquina de romper las pelotas”.

Residente – Word!!! Es tu chica! TELEFONO!! – escuche mientras me encerraba en la pocilga de mi pieza.

No contesté, pero no le importó. Tantas tardes y noches compartidas con mis co-habitantes de la residencia la habilitaban tácitamente a venir cuando quiera. Así fue, media hora después y sin anestesia toco el timbre.

Residente (mujer) – Hola..?? Si, si pasa! – laputaqueteparió pensaba al escuchar eso.

Yo – Por que le abriste?? – debo haber puesto una caripela, porque la pobre piba que nada tenía que ver en el asunto me contesto pálida:

Residente (mujer) – Pero? No es tu novia?

Yo – Si…va no ya no!! Decile que me fui y no sabes a donde. Dale?

Mi cómplice circunstancial accedió y yo como el más cagón de todos me encerré en mi pieza. (Repasé muchas veces esta escena en mi cabeza, creo que si justo en ese momento se me desprendía el pito del cuerpo como castigo “divino” no tendría derecho a replica alguno).

Su insistencia fue insoportable y mi cómplice se quebró. No se iba a ir a ningún lado, no hasta que yo llegara. Se quedó parada en la escalerita que daba a mi habitación como un granadero “enamorado”. Mientras yo intentaba concentrarme y meditar para ver si me podía teletransportar a un lugar mejor.

Dos, tres, cuatro, cinco horas. Las ganas de mear que tenia ya no las aguantaba...
A ver? (espiando por el agujero de la llave) está ahí! Firme!.
Que hago me meo!! Meo por la ventana?...no. Meo en el piso?...tampoco un asco, para eso mea por la ventana boludo!. Que hago??que hago?? Ya la desesperación podía más que la razón. Ma’ si! Agarré la lata que oficiaba de tacho de basura y empecé a mear a oscuras (antes saque la bolsa de residuos).

Creo que fue el ruido que hacia el meo al golpear con el fondo de la lata o mi gran “Ahhhhhhhh!!!!! Que buenooooooo!!”, pero antes de que termine me empezaron a patear la puerta.

Segundanovia – Estas ahí!!!???? Hijodepluta!! Salí!! Salí!!! – gritaba sacada como nunca la había escuchado.

Golpeó y pateo la puerta hasta que ya no lo soporte mas y abrí. Su cara decía todo, atinó como a pegarme una cachetada o algo así pero no lo hizo. Me miro, yo agaché la cabeza y me dijo algo que aún hoy retumba en mi cabeza.

Segundanovia – Perdón por haber venido. Pero ahora entiendo REALMENTE que no queres estar mas conmigo.

Yo – No te mereces que te haga esto…

Segundanovia – Si, lo necesitaba, sino nunca me animaría a decirte que no te quiero ver más.

Yo - …

Segundanovia – No te quiero ver más. Me bajas a abrir?.

Tenía razón, no la vi más.

Vivan!

2 comentarios:

ladyjojo dijo...

empezaron va c z

Word dijo...

Ehhh!! Loco!! Así arrancamos???

N° de parrafo y N° de renglón (lleva acento renglón?).

(ahora lo corrijo...)

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