jueves, 30 de abril de 2009

Adiós amor

Esto no está bien, nada bien, las cosas se le habían ido de las manos y nada salió como lo esperaba, a duras penas podía creer como los acontecimientos se precipitaron de tal forma.
Creyó estar dormida y que en cualquier momento iba a despertar de aquella oscura y bizarra pesadilla. Nada de esto sucedió, lo hecho no tenía vuelta atrás, el final es inevitable.

Solo aquella robusta mesa de roble que estaba en medio de la habitación los separaba, sus miradas se entrecruzaban en silencio, casi como si nunca se hubiesen hablado, como si fuesen desconocidos, como intentando leerse la mente.

Él no hablaba, tragaba sus palabras de desesperación mientras estas se convertían en lágrimas silenciosas. Esperando, aguardando el movimiento que pusiera fin a todo esto. Ella solo lo miraba fijamente.

El frío silencio inmóvil se rompió con el crujir de la silla donde ella estaba sentada, simultáneamente los dos miraron el cuchillo que estaba sobre la mesa. Su afilada hoja ya sin brillo se apoyaba sobre una gran mancha rojiza o más bien marrón ya casi seca por el tiempo transcurrido.

Una vez mas ella bajo la cabeza para observar a Natalia, que yacía inerte, boca arriba, en el piso sucio de la cabaña. La gran mancha cobriza que la rodeaba contrastaba con su ahora pálido y hermoso rostro haciendo resaltar esos ojos verdes que solo unas horas antes irradiaban vida.

Se levantó de la silla y fue hacia la ventana, la atmósfera de la habitación se tornaba irrespirable para ella. Luego de abrirla de par en par se quedó mirando el horizonte, su respiración se entrecortaba casi como sollozando. El sol dando sobre la ladera de la montaña le recordó su infancia, su adolescencia, como se habían conocido, el día que se casaron y se prometieron amor eterno, la noche de bodas, donde solo con diecinueve años había perdido su virginidad. Estos recuerdos la nublaban, al punto de ya no ser ella misma.

La lluvia no se hizo esperar, el olor a tierra mojada la sacó por un instante del trance de sus pensamientos. Desde la ventana podía ver el arco iris que nacía entre los sauces y el croar de los sapos funcionó como cortina musical de aquel cuadro.

Todo lo maravilloso de sus recuerdos, sumados a la escena que contemplaba ya no tenían sentido debido a lo que había acontecido. Pensó en sus hijos, como intentando desviar sus macabros sentimientos, como buscando una forma de alejar la sensación de decepción, desasosiego, pero fue inútil.

Ni siquiera los buenos momentos vividos con él, ni sus caricias, ni sus besos, ni sus cuerpos lograban arrancarle del pecho todo el dolor que sentía. Respiró profundamente y volvió a mirar el cuerpo de Natalia. Ya no había vuelta atrás, ya no.

Cerró con fuerza sus puños, tratando de juntar todas las fuerzas posibles y tomó el cuchillo ensangrentado de la mesa. Sin pensarlo se dirigió hacia él.

La camisa celeste estaba empapada, de su cabeza caía un hilo de sangre que se mezclaba con su nerviosa transpiración. Las manos ya estaban moradas por la presión de las sogas que lo sostenían y en la cinta de embalar que cubría su boca se veía un gran beso de rush.

Acercó su cara para ver la expresión de miedo de sus ojos. Él lloraba. Ella ni se inmutó.

- Te podría haber perdonado cualquier cosa, cualquier infidelidad – le susurró al oído con ira.
- Pero con ella ¿Por qué!!? – gritó.
- ¿Pero justamente con mi amante!!!? – fue lo último que dijo antes de enterrarle el cuchillo en el pecho.

miércoles, 29 de abril de 2009

Redundante rutina de vivir

Ya se había cansado de la vida, pero no de vivir, sino de su propia vida, esa rutina interminable de eventos que podía realizar hasta con los ojos cerrados. Despertarse, ducha, mates, bondi, laburo, trabajar, aguantar a su jefa, almuerzo, seguir trabajando, café venenoso, volver a casa. Cocinar, comer, mirar tele, dormir. Al otro día lo mismo o mas o menos lo mismo, así día tras día.

Los fines de semana, si el tiempo acompaña, solía haber más variedad. Pasear, salir a comer o al cine. Jugar al futbol, mirar futbol. Algo de sexo.

Pero últimamente ya nada de esto se le hacia original. La rutina, la maldita rutina.

Él no podía continuar así, no podía más, hizo un gran esfuerzo por modificar su vida. Casa, novia, trabajo, familia, todo era igual. Todos los días. Cuales eran sus objetivos, sus metas, sus sueños? Continuar sumergido en la rueda infinita de su recalcitrante rutina? Conocer lugares remotos y fantásticos? Gente, personas y personajes? Otras creencias? Otras culturas? Otros mundos?. Vivir!.

Lo logró, su gran esfuerzo dio frutos y lo logró.

Ahora vive en su mundo, vaga por las calles sin pensar, todos los días conoce personas nuevas, personajes y culturas nuevas, todos, pero todos los días sale a un mundo distinto con creencias distintas. Al menos dos veces al año viaja por un mes, siempre moviéndose a miles de kilómetros de su hogar.
Ya está, lo logró, escapó al fin de su rutina interminable de eventos que podía hacer con los ojos cerrados. Ahora anda con los ojos abiertos, bien abiertos… Pero duda, sospecha ¿cuanto tiempo puede durar esto?

Esta vez la rutina interminable de eventos, es más grande, la rueda es mas grande, pero no deja de serlo no sabe por cuanto tiempo puede considerar estar fuera de la rutina.

Por ahora vive y por eso duda.

martes, 28 de abril de 2009

Vamos que ganamos!!

Muy bien, la cuestión es más o menos así. El amigo Mamarracho ha organizado una suerte de concurso de “jóvenes” talentos donde se pedía el titulo de un post, solo eso, para luego los ganadores publiquemos sendos textos en su blog.

Al principio me pareció una boludez, si quiero publicar algo lo hago aquí y listo, pero después de darle vuelta a un par de cosas inconclusas y poder terminar algunos textos decidí enviar mi titulo.

Así que espero que pasen y den sus votos, no se bien si es correcto dar el titulo de mi post, porque es secreto la identidad de los postulantes, así que no lo voy a hacer, lo único que les diré es que hoy sale el 34 a la cabeza!!.

Deberán enviarle un mail a mamarracho con los tres títulos que más les gusten antes del jueves 30.

No sean ortivas y PARTICIPEN!! En una de esas gano algo por primera vez en mi vida!!!.

Para ver los títulos: Mamarracho

Para votar enviar un mail a: italomamarracho@hotmail.com

Gracias a todos!!

lunes, 27 de abril de 2009

Mirándonos el ombligo

Clonaciones. Alimentos Transgénicos. Animales transgénicos (alimentados con alimentos transgénicos). Perros fosforescentes. Virus y bacterias de laboratorio. Epidemias, Cáncer, SIDA, Dengue, Vaca loca, gripe aviar, gripe porcina (zafaron solo los caballos, porque acá se hacen empanadas con los perros!!).
Calentamiento global, capa de ozono. Inundaciones y sequías extremas. Calor y frío nunca vistos. Volcanes activos. Huracanes y tornados. Tsunamis y terremotos. Explotación minera, marítima y forestal de recursos no renovables a ritmos vertiginosos. Contaminación de los mares, los ríos y el aire. Extinción de especies. Guerras absurdas. Violación, asesinato, abuso infantil, trata de personas. Sigo?

Siendo optimista, creo que ya estamos condenados, no podemos continuar mirándonos el ombligo sin que nos importe nada de nada. Estamos en picada y ya no hay timón que alcance para darle un rumbo nuevo a todo esto…
También siendo optimista, espero que mis hijos mueran de viejos…

viernes, 24 de abril de 2009

Para toda la vida

Fabricio no estaba bien, se lo notaba nervioso, un poco triste, justo a él que era el primero en sonreír, que siempre estaba de buen humor haciendo chistes y disfrutando de la vida. Fabricio le confesó entre lagrimas a un compañero de laburo, que no había superado la muerte de su esposa Sabrina a pesar de los dos años transcurridos. No le gustaba reconocerlo, pero la extrañaba demasiado.

Su compañero, que practicaba frecuentemente el espiritismo lo presionó hasta cansarlo para que asista a una de las reuniones y así contactarse con ella. No le quedó otra que aceptar la invitación.

Toco la puerta de aquel antiguo conventillo de San Telmo, mientras sentía como su corazón le explotaba en el pecho. Del enorme portón de la casa apareció una figura espectral, una anciana pálida enfundada en un largo vestido negro que le dio la bienvenida. Dentro del salón, lo esperaban ansiosos los demás participantes de la reunión sentados alrededor de una vieja mesa redonda de madera. Todo pasó muy rápidamente sin darle tiempo a racionalizar lo que estaba pasando. Fabricio pudo hablar con Sabrina. Ella, al igual que Fabricio, lo extrañaba muchísimo y sufría demasiado por lo que deseaba volver.

Finalmente la reunión terminó entre lágrimas y abrazos. Fabricio volvió a casa, se sentía mucho mejor ya no tenia esa sensación en el estomago.

Al otro día se despertó sobresaltado al escuchar a Sabrina llamarlo a desayunar mientras corría las cortinas de la habitación para dejar entrar los primeros rayos del día. Ella se acercó hasta Fabricio y le dio un beso en la frente, tal como lo había hecho por más de treinta años y se retiró a la cocina. Sorprendido y asombrado se levantó de la cama sin decir una sola palabra, haciendo todo lo que ella le indicaba. Desayunaron agarrados de la mano, todo parecía como hace más de dos años, justo antes de la enfermedad.

La ropa planchada y la comida casera volvieron a ser cotidianos, la novela de la tarde en el televisor de la cocina y los pelos en la ducha del baño también. Ella desbordaba felicidad, se la notaba alegre aunque siempre repetía lo mismo “la mujer no puede faltar ni un minuto en su hogar, porque todo se convierte en un asco”. Había mucho para limpiar, papeles tirados por todos los rincones, arreglar el techo del baño que se caía a pedazos por la humedad, recuperar las pocas plantas que quedaban, comprar ropa nueva, etc, etc.

Al mes, Fabricio ya estaba cansado de pintar techos y rascar pintura vieja, de ordenar toda la casa, de lavar, y como con el tiempo había perdido el hábito de conversación, solo se escuchaba por la casa la metálica, estridente y aguda voz de Sabrina ordenándole alguna nueva tarea doméstica.

Volvió solo a aquel antiguo conventillo de San Telmo. Nadie comprendía por que estaba pidiéndolo, pero ninguno lo impidió, le dijeron “adiós” a Sabrina deseándole un buen viaje de ida y felicidad eterna en el mas allá.

Fabricio hoy es feliz, es siempre el primero en sonreír y siempre está de buen humor haciendo chistes y disfrutando lo más que puede de la vida.

jueves, 23 de abril de 2009

Que me dicen los muertos

Hace no mucho tiempo me di cuenta que algo extraño y misterioso me está pasando. Escucho voces, pero no voces comunes, sino voces de personas muertas. Si! Como le lees, personas muertas!.

Volviendo mentalmente en el tiempo, suelo pensar que esto me pasa desde siempre, siempre escuche estas voces, pero lo que me sucede últimamente y me está asustando es que estas voces me influyen, cambian de alguna manera mi comportamiento o por lo menos eso es lo que siento.

Seguro que muchos de ustedes oyeron hablar alguna vez de personas a la que el espíritu de un muerto lo obliga a hacer cosas que no quiere o que si quiere pero no fue conciente por voluntad propia como para hacerlo hasta que estas voces se lo pidieron.

Esto es precisamente lo que me esta pasando cuando escucho las voces hermosas de los muertos. Algo definitivamente cambia en mi cuando escucho las voces por ejemplo...

De Bob que me dice “Emancipate yourselves from mental slavery; none but ourselves can free our minds.”*

Cambian todo mi ser, como si su errante espíritu me dijera que hacer.

Loco no? Y vos ¿escuchas las voces?.

* Redemption Song - Bob Marley

Las 15 de Word

Una de las primeras lectoras asiduas de este blog (Loca (Natalia)) no estaba segura si alguien estaba dispuesto a cumplir con lo requerido por otra amiga de este blog (Pufla) por lo que me ofrecí como voluntario para cumplir con esta ardua tarea.

La cosa es más o menos así, debo nombrar quince cosas que amo de mi vida cotidiana, diaria, corriente, habitual, común (Se entiende?) y designar a cinco personas mas para que hagan lo mismo.

Bien, esto es lo que yo amo…

1- Tomar mate y comer Chocolinas en el desayuno.

2- Despertarla con mimos, caricias y besos así está con buen humor el resto del día.

3- Hablar con desconocidos (cualquiera y en cualquier lugar).

4- Pararme en una esquina y mirar para arriba algunos segundos, para luego bajar la cabeza y ver que alguien mas fija su vista donde antes estuvo la mía.

5- Las 17:59hs los días de semana, las 22hs del sábado y las 15Hs del domingo.

6- Escribir algo, cualquier cosa y que al releerlo me saque una sonrisa, me ponga a pensar o me haga llorar.

7- Imaginarme de viejo, malcriando a mis nietos y diciéndoles todo el tiempo cuanto los amo.

8- Escuchar música, cuanto más fuerte mejor.

9- El beso de la secretaria del Gerente y ese olor a ángel que tiene en el pelo. (Ya se esto es solo los días de semana... pero me voy a tomar algunas licencias).

10- El abrazo y el beso que me da cuando ella llega del trabajo.

11- Acostarnos a dormir para quedarnos hablando un rato más.

12- Preparar la cena juntos.

13- Fumarme “uno” después del gimnasio. (Con esta la cagué!)

14- Las risas del almuerzo en el comedor de la oficina.

15- Amar de la forma que lo hago.

No fue tan difícil como creía. Además, escribir esto casi sin pensarlo me dejo una sensación inexplicable en el cuerpo, terminando de corroborar el hecho de que soy MUY FELIZ!!.

Las personas que nombro a continuación fueron elegidas por un sorteo realizado el día de la fecha en presencia del Escribano Publico Dr Garompeta quien guardó todas las garantías del caso:

Casi Vero (La que por poco fué Verónica)
Psicoloca (Consultorio Virtual)
Lunática (mundo-lunatico)
La Solitaria (La solitaria)
Mi Persona (Amontonando cachivaches)

Si alguno de los sorteados “en buena ley” no está interesado en realizar esta tarea no recibirá premio...

Suerte!!

Fe de Ratas:

Me olvidé de una fundamental, asi que la ponemos...

14(1/2)- Soñar. (todas las noches y acordarme al otro día).

miércoles, 22 de abril de 2009

Sin vueltas

NOTA: Ya se que es largo y se van a perder, pero tratar de leer de corrido, sin intentar comprender el texto, si no entendés algo no importa continua leyendo...

Dejame hablar, dejame hablar... Si no me interrumpís te explico bien que fue lo que paso. Porque si vos le das bola a las estupideces que se andan diciendo por ahí, claro, como no te vas a poner así. Sobre todo, después que el boludo ese de Sergio, -el pedazo de bocón ese que abre la boca y se le caen las boludeces- se delira con toda esa manga de idioteces que lo único que logra es armar quilombo entre los amigos. Porque yo, antes que nada soy amigo tuyo. Buéh, amigo... lo que se dice amigo, no. Digo, de esos amigos que por ahí desaparecen por un tiempo, que vos no sabés que es de la vida del tipo, pero están. ¡Carajo si están! Porque vos lo llamás y el tipo ahí, de fierro. Siempre listo! Y vos lo mismo con él. Vos lo mismo, ojo... Pero el caso es que... Como te lo digo..? Viste cuando te cuentan eso del escorpión que le pide a la rana que lo ayude a cruzar el río? El de la rana... que le dice que no porque la va a picar y el escorpión que no... que cómo te voy a hacer eso... que si te pico nos ahogamos los dos... y va el chabón y la pica justo cuando están en el medio del río y se cagan ahogando los dos. La rana y el escorpión. No te acordás? Que el escorpión le dice, justo antes de ahogarse, le dice "Perdoname, está en mi naturaleza" Buéh, creo que lo que pasó estaba en mi naturaleza. La cosa fue mas o menos así: yo estaba acodado en la barra, con el vaso de ron con coca reglamentario... ese que tomo yo, sin limón, porque dicen que el limón te hace doler la cabeza, viste?. Bueh, la cuestión es que ya me había clavado unos dos o tres vasos, y digamos que estaba un poco picadito. Pará, pará. No me mirés así. No estaba borracho. Estaba... digamos… alegrón. Miraba para acá y para allá, como sin prestar atención, pero vos sabés bien que yo puedo estar hablando con vos del sentido de la vida, y si mis ojos ven una mina que me gusta, la siguen hasta debajo de la cama. La cuestión es que Jimena estaba pavonándose por ahí... Jimena, esa que antes salía con Sergito... la que tiene una cara... como te puedo explicar... de esas minas que no tienen prejuicios, viste?... una cosa así como la prima de Alberto. Bueno, la cuestión es que la mina bailaba y bailaba, toda provocativa, y yo meta mirarla y mirarla. Por ahí la veo pasar a Cyntia, que me saluda desde lejos, pero no le quise dar bola, porque sino la gorda se me pega y no me la saco mas de encima. ¡Porque es buena mina, eh!? Pero es muy pesada. Y no lo digo solamente porque está gordita, porque antes, cuando no me daba bola, estaba bastante buena. Mas de uno se la quería ganar. Ta bien, ta bien. No bufés mas. Vuelvo al tema: Jimena sigue bailando y cada tanto marca para la barra. Porque lo que tiene es eso, es muy mirona. Además....baila de lindo!!! La historia es que yo apuré el trago, y me mandé para donde estaba ella. Le estiro las manos y me las agarra. Como te podrás imaginar, ahí nomás empecé a pelar mi mejor repertorio de baile. A los dos minutos la minita me dice: "Ah!!! Pero sabés bailar!!! "Si. Tres años en la Pitman" le digo. Y yo dale que va! Y hasta ahí, todo bien. Pero, vos viste como son estas locas, porque están todas locas. La tipa me manda que el novio la engañaba con un estibador. No Sergio. Nooo, Sergito noooo. Porque será medio boludo o lo que vos quieras, pero el tipo, como dicen en Brasil "Pra frenchi". No, un novio que tenía, que se yo. Uno. Parece que el chabón era de ir y venir, y esta con el rollo. Ahí fue cuando me dije "Hoy te toca" "Hoy puede ser" Entonces…, escuchame, escuchame. Entonces yo le doy letra a la mina: como puede ser!? Justo a vos!? Estaba a punto de empezar a tirarle mierda al chabón, a prender un poco más el fuego, pero un poco, no mucho viste. Para que no queme del todo y me termine quemando yo. Entendés. Y fue ahí cuando entró y se me paró al lado. No lo podía creer loco!!! Mirá que hay millones de boliches, eh? Y el tipo justo tiene que venir a caer adónde estoy yo. Eso es tener mala leche. El no se dio cuenta de que yo estaba ahí, aunque a lo mejor si, pero se hizo el boludo, como para estudiar el terreno, viste? Encima era grandote. Es grandote, bah! Mas grande que Pepe, si hasta creo que me saca dos cabezas. Y menos mal que hace un tiempo que dejó de ir al gimnasio que iba, sino seguía creciendo. Para colmo vino con dos amigos, que se ve que trabajan con él, cuando era patovica en City may, porque de ahí es que viene la historia... No me digás que te pensabas que era el novio de Jimena?? Nooooo, nada que ver. El coso este me la tenía jurada desde hacía un tiempo, porque yo me gané una minita que se quería levantar él. Porque, claro, los tipos que están en los boliches siempre ganan, y no se bancó que un perejil como yo lo madrugara. La piba no era gran cosa, pero la actitud le jodió, aparte que lo gastaban todos los que paraban con él. La cuestión es que yo tuve que aflojar mi avance con Jimena y empezar a cuidarme del ñato este, porque la verdad es que me la veía fulera. Además, acá entre nosotros, no se si alguno de los pibes iba a saltar por mi, porque estos la juegan de amigos, pero cuando tienen que estar, no están... no son como nosotros, viste? Que capaz que alguna vez nos mandamos un moco, pero cuando las papas queman, estamos ahí para hacerle frente a lo que se venga... no? Bueno. El coso este me dice "Vos y yo tenemos que hablar". "Tenemos que hablar" ¡Andá a la concha de tu madre! Le dije, Yo con vos no tengo nada que hablar. Ni con vos ni con los tarados esos que trajiste. Y me le paré firme. En realidad tenía un cagazo padre, porque pensé "Estos ahora me matan". Pero no podés amainar. No podés. Porque estos tipos la juegan con el lomo ¿viste? Ellos imponen presencia, nada más. Pero se encontraron con uno que les hizo frente. Un loco dirás vos. Si, pero un loco que se plantó y no se apichonó. Porque, escuchame bien, porque si todos nosotros nos plantáramos de vez en cuando y le diríamos que con nosotros no se jode, otra sería la historia. Que me vienen con la deuda externa, que te plantan la bandera si no pagás, que la globalización, que con los poderosos no se puede. Que se vayan a la renegrida concha de su madre, viejo! Pero bien a la concha de su madre! Entonces, como vi que la bestia ese se quedó, ahí… medio cortado por mi reacción, yo –la verdad- me agrandé. Si, me agrandé y se la seguí. "Vos y todos esos culosroto que trajíste se pueden ir bien a la mierda" El tipo medio como que cambió la cara. Se fue transfigurando y medio como que crecía cada vez más. Me agarró de la camisa, de eso me acuerdo. Me revoleó para donde estaban los otros parados y… después no me acuerdo bien lo que pasó. La cuestión es que me desperté en una plaza, sentado debajo de un árbol viejo, con la camisa toda rota y manchada, mitad con sangre y mitad con vaya uno a saber qué... Eso me dio bronca, ves? Porque era la camisa azul... esa que tanto me gustaba, te acordás?... La azul que parece de seda... si una vez te la presté cuando te querías ganar a una minita que hacía promociones, no te acordás?... Que te vas a acordar, si vos no le das bola a la pilcha... La cuestión es que abrí un ojo... quise abrir el otro pero eso no fue tan fácil. Tenía acá todo una cosa así, hinchada... Y dolía!!! Cómo dolía!!! Me levanté como pude, y veo que ahí nomás, en un banco, estaban el Julio y Sergito. Se vé que ellos me habían llevado hasta ahí. Los miré y estaban bastante arruinados. Cuando ven que me estoy acercando, salta el Julio y me grita: La puta madre que te parió!!!.. A vos te parece? Yo me acababa de despertar, y el chabón en lugar de preguntarme si estaba bien, de ayudarme o lo que sea, va y me insulta. Yo le pensaba contestar, pero como no me acordaba de nada de lo que había pasado me dije: y si este cobró por culpa mía?... entonces me la banqué como un duque, y esperé para que siguiera hablando... "Siempre el mismo bocón!! Vos y esa lengua que tenés –me dice- que no para nunca!" "Para que mierda me tengo que juntar con gente como vos, que lo único que saben hacer es quilombo!" Se había enojado un montón Jorge. Pero mal, mal. Con decirte que si no se mete Sergio y lo para, el chabón me quería recontra cagar a trompadas! Te imaginás? Lo único que me faltaba era seguir cobrando. Cuando se calmó un poco, y cuando digo un poco digo exactamente eso, porque todavía el chabón está caliente conmigo. Mirá que lo llamé varias veces y no me atiende. Bueno, cuando se calmó me dice..: "Pensar que el grandote ese lo único que quería era venderte una rifa". Yo me quedé, como decirte, helado. Pero, ¿cómo una rifa? Claro, resulta que el pato vica me encaró para venderme una rifa, porque parece que están juntando plata para comprar máquinas nuevas, de ésas que te cuentan los pasos que das…, a que velocidad, que se yo. De esas con todos los chiches para el gimnasio. Qué me iba a imaginar que era por eso!? ¿!A quién se le ocurre ir a un boliche a vender rifas!? Dejame de joder…! Entonces fue cuando apareció Laurita…, tu hermana. Vos sabés como soy, no? Para mi las novias y las hermanas de mis amigos no tienen sexo, son muebles... Aunque hay cada mesita de luz, que mamita querida...no, no, en serio. Yo soy, ante todo, muy respetuoso de las minas de los demás, y de las hermanas de los amigos. Pero también vos tenés que entender que yo estaba todavía un poquito mareado por el escabio, y que necesitaba un poco de contención, porque me habían dado para que tenga, guarde y reparta... Y... y también viste como es Laurita... re dulce, tierna.... es como si tu vieja te viene a cuidar cuando estás enfermo... y se ve que yo le inspiraba algo de... como decirlo, no era lástima, no... era, digamos... ternura, eso! Ternura es la palabra. Ella se apareció de golpe entre nosotros y me empezó a defender. Cuando los otros se calmaron me dijo: Uhhh, cómo estas!! Dejame que te cure. Y la verdad es que... tiene una mano!!! Parecía una enfermera loco. No sabés lo bien que me atendió. Además yo necesitaba algo de afecto, y se nota que ella es una mina de corazón, y ahí nomás le pintó el lado maternal. Y me empezó a acariciar, y acariciar, con esas manos tan suaves que tiene, y me miraba con esa carita dulce que... pará, pará. Calmate, no es lo que estás pensando. Todo esto te lo digo pero de onda. Mirá si yo me iba a estar calentando con tu hermana... Entonces me dijo que necesitaba un botiquín para curarme, que tenía uno en la casa. Y me llevó nomás a la casa… ¡Lo tiene lindo el departamentito, eh!! Se nota que es una mina limpita. Todo ordenadito, con olor a cera. Yo no sentía olor a cera desde que mi vieja le daba cada estrolada al piso de madera que lo dejaba impecable. -Bueno, así quedó, con la cintura hecha polvo.- Bueno… esteee… Bien! Nooo, un fenómeno! Me dejó bieeeenn! Me curó. Lindos ojos tiene tu hermana, eh. Que color son? Porque muy claros no son. Pero lindos, sí. Si es varón le vamos a poner Fernando. Como vos...

martes, 21 de abril de 2009

Cena de soltero

Luego de que nos echaran de la residencia, debido a los “ruidos” molestos que provenían de mi habitación por las noches, mi chica alquiló un departamento junto con otras dos amigas. Yo, después de un par de meses cuidando el departamento de una amiga, finalmente encontré MI departamento de soltero.

Solamente un año viví solo, pero las peripecias ocurridas durante este tiempo hicieron que parecieran diez veces más. Por ese entonces todavía cursaba un par de noches por semana, esos días se me hacían interminables, laburo de 9hs a 18hs y facultad de 19hs a 23:30hs y si, 1hs de viaje entre un lugar y el otro.

Una noche, recontra repasado de hambre me escapé de la facultad. Llegue a casa y fui directamente a la heladera, nada, un par de botellas de agua y una cebolla vieja y brotada. Encaré a la alacena y la abrí, un olor nauseabundo me hizo retroceder un par de pasos. Mierda!, lo único que había era un paquete de galletas, abierto anda a saber cuando (las primeras 5 galletas estaban verdes) y una lata de “algo”, posiblemente paté o picadillo, no lo se porque la lata no tenia etiqueta. Decidí no intentar abrir la lata, su forma, anteriormente plana, se había transformado en algo así como una pelota de tenis de metal por lo hinchada que estaba.

Miro la hora, 21:57, en San Telmo los pocos mercados cercanos religiosamente cierran a las 22Hs. Casi sin pensar agarro 20 pesos de la billetera, las llaves y salgo corriendo.

“Dale Chino!! Copate!!” pensaba mientras caminaba las 2 cuadras que me separan del mercadito. Juro que llegué antes de las diez, uno de los Chinos fumaba en la puerta, las persianas del mercado ya estaban bajas pero la pequeña puertita estaba abierta.

Creo que no me hizo falta rogarle demasiado al Chino fumón, entre por la pequeña puerta de la persiana y me fui derechito a las hamburguesas. A la China de la caja no le hizo mucha gracia mi aparición de ultima hora.

- Tlece co veinte! ($13,20) – dijo la chinita.

Saque el arrugado billete de 20 del bolsillo y se lo dí sin decir nada.

- No monedas! Calamelos?

- Si! Todo bien. – contesté, el hambre nublaba mis sentidos.

La china se estiró y agarro el frasco de “palitos de la selva” (Caramelos legendarios por estos pagos). Me dio un puñado considerable que guardé rápidamente en el bolsillo.
Justo cuando se disponía a darme el resto del cambio, agarró el billete que le había dado, lo miró a trasluz, lo raspó contra el ticket y dijo;

- Falso, billete falso!!

- Como que falso!!?? – mientras agarraba el billete.

La China tenía razón el billete era falso, me quería matar, ya era demasiado tarde como para que vuelva a buscar otro y de que me fíen las cosas ni hablar. Pedí perdón por la confusión y salí del lugar.

Mientras caminaba de vuelta a casa escuchando claramente como mí estomago hacia ruidos, metí la mano en el bolsillo. Allí estaba! mi salvación, el puñado de caramelos palitos de la selva, 16 caramelos. Listo!, pensé, resuelta la cena.

Mientras comía y disfrutaba de cada uno de los caramelos sentado en la puerta del edificio me reía solo, estaba cenando afuera y sobre todo gratis!

lunes, 20 de abril de 2009

El carrito

Como ya es costumbre el fin de semana salimos con mi chica a hacer las compras para la semana al supermercado.

Siempre pasa lo mismo, ella agarra el carrito y se olvida completamente de que yo estoy a su lado. Como venganza, cuando anda distraída, agarro alguna cosa del carrito y lo dejo en la góndola, pero eso es otra historia.

Resulta que nunca me molesto dejar el carrito “huérfano” por el súper, dejarlo en algún lado e ir a buscar algún producto en particular y volver a buscarlo. Me costo muchísimo tiempo que mi chica adopte esta tendencia, ella no se desprendía del carro ni que su vida dependa de ello, pero con el tiempo le hice entender que era una estupidez y que nadie te “robaría” el carro, no tiene sentido.

Esta vez no fue la excepción, paseamos por TODO el lugar, llenamos el carro y nos fuimos a la caja, paso para el otro lado y comienzo a meter los productos en las bolsas. Ella es de llevar boludeces innecesarias que se amontonan en la alacena, pero a medida que guardaba las cosas me fui dando cuanta que había algo raro, primero, un desodorante de hombre que jamás usaría, segundo, un jabón liquido marca “Tachito”, tercero, edulcorante (¿?) juro que no me dí cuenta ni como ni cuando... en una de esas “abandonadas” del carrito habíamos agarrado el de otra persona que estaba medio lleno.

Por suerte la cajera se lo tomó con humor, no tanto como el dueño del carrito que estaba muy indignado y mi chica que no paraba de decirme incoherencias.

viernes, 17 de abril de 2009

Y a la otra cosa se me olvidó

Uno de los que me traían cerró la puerta del ascensor.

- Que te hiciste!!!!? – me gritó desde la puerta del departamento.

Yo, apoyado a duras penas en la pared del estrecho pasillo que da a la puerta del departamento.

- Nada.

- Como que nada!!?? – Mirándome desde lejos.

- Yo no me hice nada, el auto salió de atrás del colectivo y yo venia mirando para el otro lado... y - No podia ni hablar. Ella entro sin decir nada mas.

El enfermero me ayudó a entrar al departamento, me dejó en el sillón y se fue sin decir una palabra. Por suerte estaba saliendo del laburo y me cubrió todo la ART.

- No fue tanto che! Sos un exagerado!! – creo que sonreía con placer.

Tenía razón, no era para tanto, pero el auto por suerte era un 206 que tiene la trompa del chasis bajita y al pagarme en las piernas me levantó en el aire evitando que me pasara por arriba.
Pero a mi me dolía todo.

- Pareces mi vieja!! Y por favor tratá de no gritar porque se me parte la cabeza. - le dije con mi último aliento.

Nunca en mi vida había sentido un dolor como este, eso que jugué con tres grados bajo cero, en una cancha escarchada en el Roca Rugby Club y me quebré la clavícula en ese partido.

- Pobrecito, mi amor y por cuanto tiempo no vas a poder ir a jugar a la pelota?

Que hija de puta!! Había volado por el aire y roto un parabrisas con la espalda, ayudado con el codo, y la tipa lo único que le interesa es saber por cuanto tiempo no voy a ir a jugar al fútbol???.

Ese día aprendí dos cosas, a mirar cuando cruzo la calle y a la otra cosa se me olvidó.

Rezando

Mi abuelo Marcos, como buen gallego, siempre laburó en su casa. Tenía uno de los talleres mecánicos más grande de la ciudad en el que siempre había gente.

Entre la casa y el taller había un pasillo largo y angosto, justo a la mitad y amurado a la pared, yacía una imagen de Cristo de madera casi a tamaño real (o por lo menos visto desde mi perspectiva de niño). Recuerdo muy bien, que mucha gente le pedía permiso a mi abuelo para pasar a rezarle, él por supuesto que no se negaba.

Un buen día llegó un hombre de unos 40 años que le pidió permiso para rezarle a la imagen, mi abuelo accedió y este pasó.

No habían pasado ni cinco minutos cuando el tipo salió a las puteadas y todo colorado, con mi abuela atrás gritándole barbaridades.

Abuelo – Que pasa mujer!!??? Deja a ese hombre en paz!! (en voz Española)

AbuelaSacada – Que es un atorrante!! un sinvergüenza!!

Abuelo – Que lo dejes mujer!!! Que ha sucedido?

AbuelaSacada – Pues que estaba rezandodole al Señor…

Abuelo – Claro, que querías que hiciera??

AbuelaSacada – Pues, que estaba pidiendo dinero…

Abuelo – No es para tanto mujer, yo también rezo y pido cosas materiales!

AbuelaSacada – Le estaba pidiendo dinero para irse con las putas!!!!

jueves, 16 de abril de 2009

En cualquier momento II

Que malo. Estoy solo casa, escuchado música tranquilo y escribiendo.

Que bueno. Ella debe estar por llegar en cualquier momento.

La mejor parte de tocar

“Lo más sensual de tocar es, a veces, el instante antes de sentir,” dijo ella en mi oído.

Pero olvidó mencionar que lo más tortuoso de tocar es, tal vez, el instante después. Ese segundo cuando te das cuenta que el deleite se acabó y lo único que te queda son las ansias y lo único que te ayuda a sobrevivir segundo tras segundo es el delicado recuerdo de su rozagante piel, aguijoneando tus manos hasta que tengas la oportunidad de volver a tocarla.

Tal vez, después de todo, la mejor parte de tocar es ser tocado. Justo como ella me tocaba en este momento y todo otro momento en el que estábamos juntos. O quizás es tocar. Sentir su tersa piel, tan similar a los pétalos de una rosa.
La única cosa evidente es que lo más tortuoso de tocar es el momento después de haberla tocado. Ese doloroso momento cuando ya no siento su calor y mis manos se tornan frías y míseras.

Una chica al “rosa” vivo

Volvía de almorzar por acá cerca de mi laburo con un par de compañeros, cuando veo venir una señorita muy linda con su hijita de tres o cuatro años agarrada de la mano caminando despacito.

En una de esas le suena el celular, suelta a la cría y contesta el telefonito sin dejar de caminar, aunque ahora mas lentamente.

No deben haber dado cinco pasos cuando la nenita se tropieza y comienza a caerse de cara al suelo. En la desesperación manotea la pollera de la mamá (que estaba muy buena…¿Ya lo había dicho?) que instantáneamente se rompe y se cae al suelo, dejando al descubierto una tanguita rosada hermosa!!.

La pobre mina no sabia que carajo hacer, se le cayó el celular al piso y agarró los harapos que estaban en el suelo e intentó en vano taparse de alguna manera.
Hacia rato que no me reía de esa forma, encima cuando le ofrecimos ayudarla nos puteó de arriba a abajo... Lo tenía que contar.

miércoles, 15 de abril de 2009

En cualquier momento

Que bueno. Estoy solo casa, escuchado música tranquilo y escribiendo.

Que malo. Ella debe estar por llegar en cualquier momento.

Futbol: Cosa de hombres

Se puede aprender mucho de un hombre con solo preguntarle de que juega al futbol, esta es una teoría que desarrollamos por estos días con mi hermano, que se vino del sur a pasar unos días y “de paso” ver el Quilmes Rock.
La cuestión es más o menos así, las personalidades de cada uno se ven reflejadas por la posición que ocupa en el campo de juego (soy todo un periodista deportivo…).
En el futbol “clásico” podes ser: defensor, mediocampista o delantero.

El defensor se caracteriza por tratar de quitarle la pelota al contrario por cualquier medio posible o hacen regir la ley de Monzón (a Monzón este lo echaron a los 5 minutos de la final del mundial Italia 90) que pase la pelota pero no el jugador. Psicológicamente, el hecho en sí, es querer lo que el otro tiene, en este caso la pelota, por lo que no estamos muy errados al afirmar que al que le gusta jugar de defensor es altruista, envidioso, celoso. Siempre atento a su único impulso “quiero lo que el otro tiene”.

El delantero en cambio, ya tiene el objeto de deseo (siempre le pasan la pelota), lo que no quiere es prestárselo a los demás, no lo quiere compartir con medie, ni siquiera con sus propios compañeros y mucho menos con los defensores contrarios. Así decimos que el delantero es egoísta e incluso, despreocupado y dejado, porque cuando pierde la pelota, generalmente no es él quien la recupera, sino sus propios defensores. Llegado el caso que luego de perder la pelota, el otro equipo meta un gol, este delantero egoísta culpará a los defensores desligándose de cualquier responsabilidad del caso.

El del medio o mediocampista, y aquí discrepamos con mi hermano, no sabe que es lo que quiere, muchas veces quiere la pelota solo para él y muchas otras se la quier robar a los demás. Para mi hermano estos especimenes son tradicionales, incluso hasta negociadores. Para mi son personas sin carácter definido que buscan desesperadamente que el defensor les grite “Baja!!” y que el delantero les grite “Subí!!” así encuentran un sentido para sus vidas. Ha! Y son los que mas lloran si se ligan una patada.

Y si, de estas no salimos, podemos ser egoístas y despreocupados o altruistas y envidiosos o indeciso, tradicional y negociador.

Ya saben chicas y si no pregunten…vos de que jugas?

(Si ya se no me olvidé de los arqueros, pero no quiero herir sentimientos, lo único que tengo que decir es que son lo menos. Como la van a agarrar con la mano!!!??).

martes, 14 de abril de 2009

Niños de ayer

Cualquiera de nosotros que fuimos niños durante los 80’s o incluso antes ¿Cómo sobrevivimos a esto?.

De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad ni bolsas de aire... Ir en la parte de atrás de una camioneta era un paseo diferente con efectos especiales y ojos llenos de lágrimas por el viento.
Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo. No teníamos tapas con seguro contra niños en los frascos de remedios, enchufes, veladores. ¡Ni en la puerta del auto!

Cuando andábamos en bicicleta no usábamos casco. Tomábamos agua de la manguera del jardín y no de una botella de agua mineral.

Gastábamos horas y horas construyendo autitos con rulemanes como ruedas y los que tenían la fortuna de tener calles inclinadas los echaban a andar hacia abajo y en la mitad se acordaban que no tenían frenos.

Después de varios choques con los matorrales y yuyos aprendimos a resolver el problema. Sí, nosotros chocábamos con matorrales, no con autos, no había problema.

Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer.

La escuela duraba hasta el mediodía, llegábamos a la casa a comer.

No teníamos celular... así que nadie podía ubicarnos. Impensable.

Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente, pero nunca hubo una demanda por estos accidentes. Nadie tenia la culpa, así aprendimos lo que es la responsabilidad.

Comíamos bizcochitos, pan con mantca, chocolatada, tomábamos gaseosa con azúcar y nunca teníamos exceso de peso porque siempre estábamos afuera. Jugando.
Compartíamos una bebida entre cuatro... tomando en la misma botella y nadie se moría por esto ni se contagiaba de nada.

No teníamos Playstations, Nintendo 64, X boxes, Juegos de vídeo, 99 canales de televisión en cable, videograbadoras, sonido surround, celulares personales, computadoras, chat en Internet... Sino que la diversión eran los amigos del barrio. Salíamos. Andábamos. Explorábamos.

Nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa del amigo, tocábamos el timbre... o sencillamente entrábamos sin tocar y, diciendo Buuuueenas. Allí estaban y salíamos a jugar. ¡Ahí, afuera!.

¡En el mundo cruel! ¡Sin un guardián! ¿Cómo hacíamos?
Hacíamos juegos con palitos y pelotas de trapo, en algún equipo que se formaba para jugar un partido; no todos llegaban a ser elegidos y no pasaba ningún desencanto llevado a trauma.

Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros y cuando perdían un año lo repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia o TOC, simplemente repetía y tenía una segunda oportunidad.
Teníamos libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades... y aprendimos a manejarlos. Como lo extraño… ¿y vos?.

Macchiavello tenía razón

“El fin justifica los medios...” - no creo que este hombre tenga razón - pensó Leo, y siguió leyendo recostado en su sillón. “...los hombres nunca hacen nada bueno, a menos que la necesidad les conduzca a ello...”. Totalmente sumido en su lectura, Leo no noto que su padre había llegado de la calle. Se le notaba alcoholizado, de mal humor. Leonardo hizo como si el hombre no existiera y siguió leyendo, “... Debéis, pues, saber que existen dos formas de combatir; la una con las leyes, la otra con la fuerza...”. Esta vez el grito del padre enfurecido lo distrajo de su lectura por completo. Leo lo observo muy serio, mientras el padre le recriminaba con alaridos que era un vago, y que lo único que hacía era leer y escribir estupideces.

Leo hizo como si nunca lo hubiese escuchado y siguió con su lectura, “...La primera es propia del hombre, la segunda es de las bestias,...”. Esta reacción molesto aun más su padre, el cual ya al borde de la violencia, comenzó a lanzarle bramidos de odio, y mientras le espetaba con un asqueroso aliento etílico, que se dedicase a algún trabajo de hombre y que la poesía era cosa de “mariquitas”, el joven interrumpió nuevamente su lectura. Colocó el libro sobre su regazo, y con extremada calma le dijo al padre que lo dejara leer en paz, y que como a él le gustaba ir a emborracharse con sus amigos, el disfrutaba de la literatura. Después expuso su mejor sonrisa y siguió leyendo con toda calma; “...pero como la primera muchas veces no basta, conviene recurrir a la segunda...”.

El padre ya totalmente colérico por la respuesta que le había dado Leo, en un arranque de ira, le dio un manotazo al libro, que voló por los aires, rebotó contra una pared y fue a dar al suelo, y se fue mascullando entre dientes que su hijo era un maricón que no servia absolutamente para nada. Leonardo observo calmado como se alejaba, y luego lo siguió hasta la cocina.
Cuando entro, su padre estaba sentado frente a la mesa tomando un vaso de vino. Entonces se acerco a la mesada, lentamente abrió un cajón, y ante la mirada sorprendida de su padre, saco un enorme cuchillo y rápidamente se lo clavo en el cuello.

Leo se retiro de la cocina tan tranquilo como había entrado, mientras la sangre manaba a borbotones del cuello de su ahora difunto progenitor. Tomo el ejemplar de “El príncipe” que estaba tirado en el suelo, y siguió pacifico con su lectura;
“... Por tanto, un príncipe debe saber entonces comportarse como bestia y como hombre...”. El joven detuvo su lectura, esta vez sin que nadie lo interrumpa, y reflexiono para si que debía reconocer su error, y que al final Macchiavello tenía razón.

Si… estaba completamente acertado en eso de que “el fin justifica los medios”.

lunes, 13 de abril de 2009

Pero la pasamos bien igual

La pasamos espectacular, el lugar era hermoso. Paseamos por la playa descalzos al atardecer agarrados de la mano, tomamos cerveza en la costa del rió Uruguay mirando como la luna se reflejaba en él, comimos platos autóctonos a base de pescado que se derretía en la boca, garchamos de todas las formas conocidas por el hombre en una cama enorme y perfumada, con sábanas suaves como las nubes…














Pero… Llegamos de madrugada a la terminal de colectivos de Colón, tenía mucho sueño porque me había dormido todo en el bondi y lo único que pensaba era en llegar a la posada, así que rápidamente agarre el bolso y nos metimos en un taxi.

Y si, al otro día me di cuente que tenía el bolso de otra persona…

(Perdón mi amor, juro que te voy a comprar otra depiladota y una nueva planchita para el pelo, la ropa si te la compro yo me vas a odiar mas que ahora…)

Que apostamos?

-...Esta bien!! lo reconozco...ganaste la apuesta.
- Jajaja!!. Y también deberías reconocer que fuiste muy ingenuo y estúpido. ¿Qué te llevo a pensar que podías ganar esta apuesta?.
- El simple hecho de creer que sabia que era lo que necesitaban los humanos para ser felices...
- ¡Jajaja!. ¡Doblemente ingenuo!. Somos Dioses, todo lo podemos... excepto hacer felices a estas criaturas. Que bella ironía. En el fondo del ser más simple, habitan el alma y las necesidades más complejas.
- Pero si se la pasan pregonando sobre sus carencias, sus necesidades del alma... creí que con darles eso seria suficiente.
- ¿Y se los diste?
- Claro, todo. Hice desaparecer las clases sociales, hice desaparecer el odio en todas sus formas, la envidia ya no la conocían, no sabían lo que significaba cometer un asesinato ni una violación, no necesitaban el dinero porque la tierra estaba poblada de alimentos, agua y lugar para todos, borre de su mente la megalomanía, la depresión y la tristeza, y ya no existían ningún tipo de enfermedades. No necesitaban líderes porque no había necesidad de ellos, cada hombre era libre de hacer lo que deseaba, porque la maldad ya era cosa del pasado.
- ¿ Y que sucedió?
- Pues al principio todo iba sobre ruedas... la gente era inmensamente feliz. Convivían con armonía como nunca lo habían hecho desde el alba de los tiempos en que fueron creados...
- Pero...
- Pero luego comenzaron a entristecer paulatinamente... se aburrían, no encontraban motivaciones y poco a poco iban perdiendo la alegría, las ganas de vivir... hasta que algunos comenzaron a morir de tristeza. Entonces decidí hablar con algunos de ellos en sueños.
- ¿Y que fue lo que te confiaron?
- Que su vida carecía de todo sentido y ya no valía la pena vivirla. Que fueron felices hasta cierto punto, pero que sin megalómanos, no había locos contra los cuales luchar, por ende no existen los grandes hombres, los héroes. Sin líderes o jefes no había tiranos, por tanto no había revolución por la cual luchar y morir, y tampoco existían esas ganas de superarse que muchas veces motivan a llevar una vida plena, porque todos eran iguales. En conclusión, su existencia dejó de tener sentido, ya no había motivos por los cuales seguir viviendo.
- ¿Y entonces, cual fue tu decisión?
- Resolví devolverles el mundo del cual tanto había renegado, y que no sepan nunca que esto ocurrió. Y también darte por ganada la apuesta.
- Sabia decisión mi joven Dios. Te advertí que no había manera de hacer felices a esas complicadas criaturas, pero tu juventud y tu orgullo no te dejaron creerme. Pero no te sientas triste, muchos dioses antes que vos lo intentaron y fallaron miserablemente. ¿Escuchaste hablar de Prometeo?. Yo también en una época intente lo mismo. Pero yo era un joven demasiado orgulloso, y cuando les di lo que pedían y me fallaron, no fui tan contemplativo como vos, sino que para que no queden recuerdos de lo que había pasado les envié un diluvio que arraso con casi todos ellos. Los pocos que quedaron no recordaban nada, y con el tiempo todo volvió a ser como antes.
- Si, he aprendido la lección. Pero siempre aparecerán otros quienes intentaran esta imposible hazaña. Y las pobres criaturas sufrirán las consecuencias. ¿No estaremos siendo demasiados malvados al jugar así con su existencia?
- No mi joven dios, no te preocupes por su insignificancia. Al fin y al cabo ni siquiera ellos saben lo que necesitan para ser felices. Acompañame, vamos a observar quien es el próximo tonto que lo intenta.
- Si, pero esta vez me toca apostarle a mí que no lo lograra.

Sueños Inciertos

Lo veo venir caminando en la oscuridad lentamente…muy lentamente. No puedo evitarlo, no quiero evitarlo. Esta cada vez más cerca, me mira con una mezcla de serenidad y desesperación que no logro comprender, hasta que lo tengo a unos pasos de distancia.

El hombre intenta correr pero no puede, intenta hablar pero no lo logra, trata con todas sus fuerzas de que lo comprenda, pero es imposible. Y ahí es cuando lo comprendo todo. Veo desde lejos a Xeres, el demiurgo de este lugar, sentado en su trono, pensativo y paciente, calmado como un dios. Entonces miro a los ojos al pobre hombre que ahora se encuentra frente a mí, y observo como algunas lágrimas comienzan a correr por sus mejillas. Las toco y estas se detienen, desaparecen. No soy un dios ni un mago, pero aquí puedo emularlos. Claro… esto es un sueño.

Veo caer miles de pétalos de rosa desde el cielo, y repentinamente el día se aclara. El suelo es ahora un suave colchón de verde pasto, y el aire huele a flores; las más dulces y hermosas flores del jardín del edén. No logro comprender este sueño, pero ahora el hombre esta sonriente, feliz.

Ahora quien no puede moverse soy yo, y enseguida una hermosa niña y una joven mujer se unen al sueño. Corren y se abrazan con el hombre, que ahora parece ser muchísimo más joven, y bailan alrededor de las flores q revolotean por el campo, bailan y cantan de alegría. Se aman, son muy felices juntos. Me doy cuenta que no comprendo el significado de este sueño. No conozco al hombre, ni a la mujer o la niña. No se que función cumplen, o que función cumplo yo. Entonces me acerco a ellos para hablarles, para saber el porque de su felicidad, y cual es la razón por la que yo carezco de sentimientos. Ahora están sentados en el pasto, hablando de cosas bellas, intercambiando hermosos recuerdos, riendo. Les hablo y es inútil, no me escuchan, y parecen no percatarse de mi presencia tampoco. Entonces se me ocurre tocar la espalda de la mujer para llamar su atención, pues ella esta totalmente inmersa en la fantástica historia que el hombre esta contando.

Apoyo mi mano sobre el hermoso cabello que pende de su pequeña espalda, y la mujer desparece. La niña comienza a llorar con desespero, y con lágrimas en sus ojos se deja llevar por el odio y la locura e intenta atacarme. Me golpea con débil fuerza, pero en el instante en que me toca, también desaparece. De repente el ambiente se vuelve muy pesado. El aire se hace difícil de respirar, el suelo se torna totalmente pedregoso y la noche cubre todo el lugar con su oscuro manto.

El hombre me mira con una mueca de tristeza imposible de explicar, y me pregunta porque me las llevé, porque si hacia años que no las veía después de que la muerte se las llevo en ese horrible accidente, porque si era un momento tan hermoso, ese que tanto había esperado y sabía que solo podía cumplírsele en un sueño. Y yo intento hablar pero no puedo. Intento explicarle que no fue mi intención, que yo ni siquiera lo conozco y que jamás le haría daño, pero las palabras están atadas a mi boca, y no tienen intención de salir.

Repentinamente, algo se gesta en mí. Una extraña sensación, un sentimiento muy fuerte que me dice que ya he cumplido con mi designio, que mi trabajo ya esta echo. Y es ahí cuando realmente lo entiendo todo.

El triste hombre me cuenta que no hay nada peor que soñar algo hermosísimo, y despertar sabiendo que solo fue un sueño, que fue solo un momento, y que nunca se va a convertir en realidad. Luego se marcha por un oscuro sendero, tan lentamente como vino, y desaparece en la espesa niebla que lo rodea.

Y se que nunca más lo voy a volver a ver, y mientras yo también desaparezco, pienso en cuan equivocado estaba. Y me digo a mi mismo que lo más triste no es despertar de un sueño y saber que solo fue un instante, y que nunca va a ser realidad, sino saber que yo mismo soy un sueño que fue creado por el hombre, que solo vivirá ese instante, y que cuando el sueño se acabe… ya nunca más volverá a existir.

miércoles, 8 de abril de 2009

Conciencia conciente

Mierda, son las 3 de la madrugada, que querés ahora? no entiendo por qué me despertás. No, no me importa que te sientas solo. Si, yo sé que he pasado por eso. Yo sé, yo sé, pero hoy quiero dormir. Fue un día muy fuerte y....no vale, no es que nos estemos separando, pero....no, no, no digas eso, vos sabes el porque de lo que dije ese día, si, pero..no..dejáme hablar. Epa, y vos? no tenés porque meterte en esto, esto es entre él y yo. Cómo que se lo mismo? nadie los llamo a ustedes, váyanse a dormir, déjenme en paz...¿que quién me hizo el jefe?...eso que tiene que ver, ¡dejen de gritar todos a la vez!...

Yo necesito descansar, yo trabajo, yo...¿cómo?, por favor, ¿en que trabajas vos? ¿o vos? todo el día maquinando cosas, pensando cosas malas, pensando en hacer daño...no, no lo defiendas, ¡sabes que es así!. Yo ya estoy harto de estas peleas a mitad de la noche. ¿Cómo que en mi trabajo?, claro que no quisiera que fuese en mi trabajo, ustedes saben que tienen prohibido ir a mi trabajo....no, la solución no es pelear a esta hora...ES NO PELEAR....¿que no grite?, ¿QUE NO GRITE?, yo grito cuantas veces quiera, ¡CUÁNTAS VECES QUIERA!.

¿Quién te crees que sos para prohibirnos a ir a tu trabajo?. Solo lo hemos cumplido porque sabemos que necesitamos el dinero, pero no nos amenaces, vos dices que solo maquino cosas, que solo pienso en cosas malas, pues es cierto, no tienes idea de las veces que me he imaginado matarte, pero sabes que no puedo, pero no me tientes, yo no soy como estos otros angelitos afeminados que solo se quejan conmigo sobre la forma en como los tratás.

Que sea la última vez que nos prohíbas algo, ¡la última!. Nosotros no somos boludos, sabemos lo que querés lograr con esas visitas al "médico", lo sabemos muy bien, ¿cómo pretendés que no lo sepamos?, ¿cómo podes saber algo que nosotros no?, sos tan estúpido acaso para imaginarte que podés tener algún pensamiento que nosotros desconozcamos, ¿eres tan estúpido?.

Estamos aquí para quedarnos y tus visitas al psiquiatra y tus pastillas y tus ejercicios mentales no nos sacarán nunca de tu cabeza, así que deja de prohibirnos cosas, deja de gritarnos, deja de soñar con liberarte un día de nosotros, porque no se puede, este ya hace mucho tiempo que dejo de ser tu cuerpo, ahora lo compartís, acostumbrate, porque pensamos quedarnos para siempre.


Como puede ser que siempre tengas la razón...

martes, 7 de abril de 2009

Vamos juntos?

Infierno, averno, tártaro, hogar de los espíritus impuros, los seres que en su condición de terrenales cometieron horribles actos contrarios a las leyes del gran Dios, y lo blasfemaron, y lo maldijeron, y lastimaron a su prójimo…o tan solo no creyeron en el. Debe ser el lugar más espantoso que pueda existir. Si. Seguro que si…pero ahí quiero ir yo cuando muera.

Si, como leíste. No estas equivocado, no hay error de tipéo, no estoy loco, no…a la casa de Lucifer, Satanás, el diablo, Mefistófeles, o como quieras llamarlo. No quiero ir al cielo como vos, no quiero llegar al paraíso y abrazar a Dios, y saludar a mi abuela, esa vieja insoportable que toda su vida le hizo la vida imposible a mamá y nunca me quiso. Porque de seguro ella va a estar ahí, junto al cura de la iglesia del barrio -ese que me tiraba del pelo cuando lo tenía muy largo, y llegaba en un Peugeot 306 a la iglesia-, porque ella siempre iba a misa, llevaba ropa para el cotolengo, y siempre, siempre leía la Biblia y hasta a veces me obligaba a leerla a mi. Imagino como habrá empujado a la gente que hacía cola en las puertas del paraíso, para entregarle su pase a San Pedro, con una asquerosamente falsa sonrisa como diciendo “no sabe cuanto lo admiro Don Pedro…”.

Supongo que debe ser un lugar bastante agradable, limpio, bonito, y con tantas flores como gente aburrida. ¿Y después que? claro, ser feliz eternamente, convivir en armonía con tu prójimo, ese que se gano la vida en el cielo… entonces, ¿eso quiere decir que nunca más por el resto de la eternidad podré ver a mis amigos, ni a mi mamá? ¿Eso significa que voy a pasar el resto de la eternidad con mi odiosa abuela, con el cura del barrio, con los Papas que han sido los representes de Dios en la tierra, con los santos y los apóstoles, y tal vez con Gilda, a la cual la gente la considera una santa?. Porque estoy seguro que ninguna de mis amistades se ha ganado el famoso ticket, que incluye una consumición de un vaso de la sangre de cristo (o en su defecto vino barato) algunas hostias para acompañar, y todo lo que resta de la existencia en el Paraíso-pop.

Claro, para mi fueron excelentes personas, pero no dejaron de pecar. Nunca. Javier, quien fue mi mejor amigo desde que tengo uso de la razón, es una de las pocas personas que conocí que nunca, nunca, hizo daño alguno a nadie. Era tan bueno hasta el punto de ser tratado de tonto, y era capaz de entregar su vida por nuestra amistad… por mí. Hubiese sido un digno merecedor del tan ansiado paso hacía la “eterna felicidad”. Lamentablemente se suicido por una mujer, y como dice por ahí, en alguna parte de la Biblia, quien se suicida se va al infierno. De cabeza a quemarse los pies por siempre. Pero claro, como contrapartida tengo que si voy al cielo, voy a poder saludar y pedirle un autógrafo al Papa Urbano el organizador de la primer cruzada, o a Adhemar de la Puy, su primer súbdito dispuesto a morir (y matar) por una increíblemente estúpida causa. O a algún miembro del KKK…no se…ellos creían mucho en Dios…tal vez la raza Aria sea realmente la elegida por el señor, tal ves los judíos sean defectuosos realmente.

Lamentablemente nunca más voy a poder estar con mi madre, que aunque haya sido la mejor del mundo, cometió sus pecadillos, como separarse de papa (ese si que se gano justamente el infierno), no creer ni un poquito en la iglesia o Dios, y consumir alguna que otra droga en su juventud, obviamente sin arrepentirse de nada. Derechito al Infierno, a saludar a mi tío, mi tío Pablo… el pobre murió de SIDA, era gay y le encantaba el sexo promiscuo por diversión, aunque nunca daño a nadie y fue una buena persona, se pasó de la raya traspasando los límites impuestos por el gran señor.

Claro, no voy a poder ver al amor de mi vida, Silvina, con quien alguna vez fumamos un porrito, o robamos algunos comestibles de algún almacén del barrio en tiempos difíciles, o nos la pasamos maldiciendo y preguntándonos quien será Dios…porque de creer en el ni hablar. Ella es todo para mí, pero es una pecadora más.

Aunque si voy al cielo, amen de no poder verla, voy a poder tener una interesante charla con la virgen María, la esposa de José, padre de Jesús, mujer la cual nunca tuvo sexo, ni se emborrachó, ni bailó. Ella que seguramente nunca hizo feliz a su marido, seguro tendrá muchas cosas interesantes para contarme…seguro. Pero ya con quien pueda charlar en el cielo no me interesa, esas cosas ya no me preocupan, porque creo haber echo bastantes méritos en mi corta vida como para ganarme la entrada al lugar más caluroso que existe, en donde no voy a tener que soportar a mi abuela, ni a ningún monaguillo tonto. Claro, puede que arda en el fuego eterno mientras cientos de diablillos me claven sus tridentes por todo el cuerpo haciéndome sufrir horriblemente, pero mientras tanto podré ver a Javier, a mamá, a Silvina, quizás a mi tío…y si tengo suerte tal vez me toque sufrir cerca de Nietszche, o Platón, o Einstein, o Shakespeare, o los Beatles, o Bob Marley, o Cortazar, o Bertarnd Russell, o… o algún indígena que nunca creyó en Dios porque nunca tuvo la oportunidad de conocerlo, pero que seguro va a tener alguna historia interesante que contar…

No se vos, pero yo ya lo tengo decidido. Sí, ya lo tengo decidido. Cuando me muera quiero ir al infierno.

lunes, 6 de abril de 2009

Presentación

Imaginate el traje, la corbata, los zapatos lustrados y la camisa impecable, incluso creo que estaba bien peinadito.
Sin exagerar, la tercera vez en mi vida que me vestía así, las otras fueron un casamiento y un velorio. No es que no me guste estar bien vestido, sino que me muero de calor y transpiro como si estuviese mintiendo.
Arranque la presentación en un auditorio con quince viejos chotos directores de no se que garompa. Con mis tiernitos seis meses en la empresa era carne de cañón para mi jefa y yo lo sabía, así como sabía que lo que les estaba a punto de mostrar no funcionaba, o por lo menos no como pretendían que lo hiciese.
Me maneje con el discurso y traté de dilatar la cosa lo mas que pude a ver si a alguno le daba un infarto y suspendían la presentación.
Nadie murió, a lo sumo se tiraron un pedito que no pasó a mayores. Prendí la notebook, conecté el proyector y empecé a mostrar el producto, a esta altura las gotas de transpiración se me metían en los ojos.
Pasó lo inevitable, el sistema falló de tal forma que la notebook se apagó dejando proyectada una enorme imagen blanca en la pared, casi tan blanca como mi cabeza en ese instante.
Justo cuando un murmullo helado se gestaba entre los directores y yo estaba a punto de morir deshidratado se me ocurrió.
Me paré delante del proyector y arranque con el típico perrito, luego la paloma, los pericos y un mono mientras relataba la escena con voz de locutor del Discovery Chanel, ellos observaban atónitos como realizaba compulsivamente todo tipo de sombras chinescas sobre la pared.
No se bien con cual figura fue o cuanto tiempo me llevó, pero comenzaron a reírse, primero tímidamente para luego despacharse con risotadas, aplausos y algunos silbidos…
No solo conservo mi laburo, sino que para ese proyecto nos otorgaron dos semanas más, siempre y cuando la presentación la haga yo.
Ha! desde ese día ya nadie me dice Word, haora soy el Chino.

sábado, 4 de abril de 2009

Nunca mas solo

Fui encantador y delicioso.

Acabo de dejar a mi chica en una despedida de solteras. Lo único que le pedí fue que lleve la dirección de casa escrita en un papel, con su propia letra…

Ya se que voy a hacer. Pero pregunto?

Arranco ya mismo a donde sea, o ya me tendría que haber ido?

viernes, 3 de abril de 2009

Desmedida vulneración de la cordura

Está cansado de encontrarse en lo esporádico, de aspirar aires tardíos, para exhalar aires futuros; solo quiere respirar: darle a sus pulmones sólo el viento del presente y que un pampero lo resuelva en esta incertidumbre de placeres que yacen en el calabozo de los recuerdos aislados.

Quiere un toque de azul marino para su río amarronado. Una pizca de azul Francia, para su Argentina acostumbrada. Quiere Buenos Aires.

No le alcanza la juventud, quiere ser libre, independiente, consecuente, aventurero. Está cansado de las reglas impuestas, de los azules azules, mentirosos azules principescos. Un poco de neblina, un poco de agua turbia, un poco de azul gris, para asumirse y encarar lo que venga, no quiere lo perfecto, solo desea lo mejor para él.

Mientras tanto transita ese sendero en el que cada flor es interrogada para poner a prueba su delicadeza, unas tantas le dan esas respuestas que lo reconcilian con la vida, otras tantas le perpetran un tiro a sus ilusiones con sus espinas cizañeras.

Quiere sentir, no ya la razón de vivir, solo el motivo del vivirse, de disfrutarse, de amarse con todas sus mañas.

Quiere un poco de olor a queso en el zapato perdido de la princesa azulada.

Quiere un peluquero que le haga despeinados a los cabellos del río. Quiere naufragar, porque sabe, que puede sobrevivir a su consecuencia, sabe que su barca habrá de hundirse tantas veces, remontándolo a la superficie para otra vuelta.

Alguna vez, comprenderá que el haber salido ileso, y aún con el corazón afiebrado, de todas sus mareas, lo encontrará con ese tesoro que se llama vida, con esa joya de la vida que se llama equivocación.

El no quiere ser un príncipe. Quiere, solo desea, rozar el azul marino en la boca del océano, acariciar el azul Francia en las mejillas del continente y quiere ser humano, por sobre todas las cosas.

Quiere andar liviano, como el Borges de la despedida, no llevar armaduras puestas sobre su cuerpo improvisado, quiere ser vulnerable al futuro que venga, al presente que tropieza, al presente que lo vive, para vivirlo. Quiere andar con pantalones sueltos, remeras sueltas, descalzo y sin sombreros, quiere estar suelto de esta prisión de falsos modelos, que viven azules en sus afueras, pero sin fuerzas en sus adentros. No quiere llevar trajes ni caballos, no quiere a Cenicienta vestida de princesa. Prefiere una mujer que limpie cada día, esa incertidumbre suya de amarla y no quererla, ese error suyo de desearla y poseerla, esas ganas suyas de encontrarla, aunque no lo admita. No quiere carrozas de fuego, más bien desea una enorme calabaza en la que se sienta a gusto. Cienicientos de instantes de locura, desmedida vulneración de la cordura, un poco de libertad frente a tanta tolerancia. Un poco de discrepancia, de discusión frente a lo resuelto por los otros, revelarse para imponer su estilo, para ser original entre tanta mediocridad lindera. Encontrar la manera de ser libre eligiendo lo que hace, optando por lo que sueña, independizarse de sí mismo, de lo que fue y no pudo, de lo que quiso ser y no lo dejaron.

Ahora es grande, puede ser lo que quiere, no puede no poder ser lo que es. Y se alza contra el mundo con un grito adolescente, que rebota en las paredes que lo mediatizaban; se estrella contra los muros que le fue construyendo una vida pensada, no una vida vivida.

Ahora es libre. Es humano. Anda por las calles tranquilo, no disimula lo que le falta, porque tiene lo que quiere. No se preocupa tanto por los agujeros de su buzo, como por los vacíos de su interior. No se preocupa tanto por el crecimiento de su barba, como por el crecimiento de sus ganas y no se preocupa tanto, porque ahora se ocupa mucho más.

Usa ojotas, cuando recorre su rutina, porque su zapatito de cristal tiene olor a queso, y para ocuparse de eso decidió no usarlo nunca más.

Quiere encontrar el instante que se quede para siempre, la ojota que perdió la princesa azulada en el camino hacia el encuentro, para quedarse a-zu-lado hasta la muerte, o hasta cuando sea.

miércoles, 1 de abril de 2009

Lithium

Encaré para el ascensor haciendo malabares con cuatro envases de cerveza (era viernes). Tenía en la cabeza una canción de Nirvana que no podía dejar de silbar. Siempre me gustó silbar, pero silbar fuerte. Juro que conozco seis o siete formas diferente de hacerlo.

Con el codo apreté el cero. Cada vez silbaba mas fuerte, estos diez pisos que subo y bajo un promedio de 4 a 6 veces diarias los uso para relajar. Sin contar el tiempo que tarda desde que lo llamo hasta que llega, en promedio: bajar tarda 1 minuto 12 segundos y subir 2 minutos. [((4 x 365) x 72segundos ) / 3600segundos = 29Hs mínimo en un año me la paso en el ascensor].

Silbando Lithium y cantando el estribillo, colgado en mi rama, en ojotas, con una remera de Iron Maiden del 90 y los envases, salí del ascensor tambaleando.

Me encontré con la reunión anual del consorcio, concurrida como pocas. Se callaron instantáneamente con el golpe que le dí a la puerta del ascensor y miraron atentos como bajaba cada uno de los escalones que dan a donde se encontraban reunidos. Yo helado. Dejé los envases en el suelo, respiré profundo y me senté en los escalones haciéndome el boludo.

Cuando subí al departamento, mi chica estaba tirada en el suelo, agarrándose la panza riendo sin poder decir una palabra. Me encanta cuando exagera.

Ella había llegado quince minutos antes de que yo saliera... Tampoco aguanté la risa.