viernes, 17 de abril de 2009

Rezando

Mi abuelo Marcos, como buen gallego, siempre laburó en su casa. Tenía uno de los talleres mecánicos más grande de la ciudad en el que siempre había gente.

Entre la casa y el taller había un pasillo largo y angosto, justo a la mitad y amurado a la pared, yacía una imagen de Cristo de madera casi a tamaño real (o por lo menos visto desde mi perspectiva de niño). Recuerdo muy bien, que mucha gente le pedía permiso a mi abuelo para pasar a rezarle, él por supuesto que no se negaba.

Un buen día llegó un hombre de unos 40 años que le pidió permiso para rezarle a la imagen, mi abuelo accedió y este pasó.

No habían pasado ni cinco minutos cuando el tipo salió a las puteadas y todo colorado, con mi abuela atrás gritándole barbaridades.

Abuelo – Que pasa mujer!!??? Deja a ese hombre en paz!! (en voz Española)

AbuelaSacada – Que es un atorrante!! un sinvergüenza!!

Abuelo – Que lo dejes mujer!!! Que ha sucedido?

AbuelaSacada – Pues que estaba rezandodole al Señor…

Abuelo – Claro, que querías que hiciera??

AbuelaSacada – Pues, que estaba pidiendo dinero…

Abuelo – No es para tanto mujer, yo también rezo y pido cosas materiales!

AbuelaSacada – Le estaba pidiendo dinero para irse con las putas!!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada uno pide lo que más necesita...

PLOP!

Word dijo...

Jajaj!! Seguro, pero este se fué a la mierda!

Cuando lo contaba mi abuel juro que me reía por horas...

Florcita ♥ dijo...

Jaja! No esperaba ese desenlace, me hizo reir.
Sigo con viva, respirando.. Tu comentario me insitó a escribir, asique gracias por eso (:

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