Mi abuelo Marcos, como buen gallego, siempre laburó en su casa. Tenía uno de los talleres mecánicos más grande de la ciudad en el que siempre había gente.
Entre la casa y el taller había un pasillo largo y angosto, justo a la mitad y amurado a la pared, yacía una imagen de Cristo de madera casi a tamaño real (o por lo menos visto desde mi perspectiva de niño). Recuerdo muy bien, que mucha gente le pedía permiso a mi abuelo para pasar a rezarle, él por supuesto que no se negaba.
Un buen día llegó un hombre de unos 40 años que le pidió permiso para rezarle a la imagen, mi abuelo accedió y este pasó.
No habían pasado ni cinco minutos cuando el tipo salió a las puteadas y todo colorado, con mi abuela atrás gritándole barbaridades.
Abuelo – Que pasa mujer!!??? Deja a ese hombre en paz!! (en voz Española)
AbuelaSacada – Que es un atorrante!! un sinvergüenza!!
Abuelo – Que lo dejes mujer!!! Que ha sucedido?
AbuelaSacada – Pues que estaba rezandodole al Señor…
Abuelo – Claro, que querías que hiciera??
AbuelaSacada – Pues, que estaba pidiendo dinero…
Abuelo – No es para tanto mujer, yo también rezo y pido cosas materiales!
AbuelaSacada – Le estaba pidiendo dinero para irse con las putas!!!!
viernes, 17 de abril de 2009
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3 comentarios:
Cada uno pide lo que más necesita...
PLOP!
Jajaj!! Seguro, pero este se fué a la mierda!
Cuando lo contaba mi abuel juro que me reía por horas...
Jaja! No esperaba ese desenlace, me hizo reir.
Sigo con viva, respirando.. Tu comentario me insitó a escribir, asique gracias por eso (:
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